Aveiro
Igual has terminado ya tus vacaciones. Igual aún sigues disfrutando de unos días de descanso. En cualquier caso es un buen momento para pensar en tu próximo destino.
Hoy te propongo cruzar la frontera y adentrarte en tierras portuguesas, disfrutar de sus paisajes, de su cultura, su gastronomía y por supuesto de sus gentes.
El destino elegido es Aveiro, en la Región Centro, a unos 75 km al sur de Oporto. La cercanía con Oporto hace que muchos viajeros, escojan ésta como destino principal (por la posibilidad de ir en avión) y luego se acerquen de excursión a Aveiro. Si tu opción es el coche (cinco horas desde Madrid) te recuerdo que las autopistas portuguesas no disponen de peajes de pago directo, por lo que tendrás que dejar tus datos al entrar en Portugal o hacerte con un sistema de tele peaje.
El trayecto se te puede hacer aún más placentero si decides hacer alguna parada en lugares tan maravillosos como Salamanca o Ciudad Rodrigo. Nosotros optamos por hacer una parada en Guarda, la ciudad a mayor altitud de Portugal y pasear por su casco viejo. Antes de continuar viaje dimos buena cuenta de unas estupendas feijoes en A Tasquinha.
El hotel The bohemian place está bastante céntrico, a cinco minutos a pie de la estación y diez del barrio de pescadores Beira Mar, donde se encuentra la mayor oferta de restaurantes.
Dos aspectos fundamentales son los que hacen de Aveiro un atractivo destino, de un lado sus canales y de otro, y más importante, la elevada concentración de arquitectura art nouveau o modernista, como la Casa do Major Pessoa, el Edificio Rossio o la Casa dos ovos moles. Junto a ciudades como Barcelona, Budapest, Glasgow o Helsinki, Aveiro es una de las principales muestras del modernismo europeo.
En cuanto a sus canales, estos han hecho que sea conocida como la Venecia portuguesa -aunque creo que es un poco pretencioso- en cualquier caso, sí recomiendo darse un paseo en Moliceiro (10€), que aún no siendo tan romántico como las góndolas venecianas, tiene su encanto y te permite ver rincones de Aveiro desde otra perspectiva. El nombre no es la traducción de góndola, sino que responde al de las antiguas embarcaciones empleadas para retirar las algas de la ría (moliço) que luego utilizaban como fertilizante y forraje. Como curiosidad, fíjate que la mayoría tienen pintado un motivo religioso junto a otro más picante. También te recomiendo callejear por el barrio de los pescadores Beira Mar o por la zona del Ayuntamiento y Catedral contemplando la diversidad de coloridos azulejos que decoran las casas.
Pero no todo va a ser turismo cultural, así que aquí te indico los restaurantes donde degustamos la gastronomía aveirense. Te recuerdo, que en Portugal es habitual que antes de la comida te pongan unos aperitivos (normalmente aceitunas, queso y paté) y que si los pruebas te los cobran, así que si no los quieres pide que te los retiren.
O Telheiro, O Batel, O Moliceiro, Adega Evaristo, Porta 35, Ferro.
Aveiro es también un buen lugar para establecer tu centro de operaciones y desde allí realizar diversas excursiones.
Por 7€ y una hora de viaje, puedes acercarte a Oporto en el cercanías y disfrutar de la ciudad que da salida al Douro. Después de contemplar los azulejos del hall de la estación de Sâo Bento, puedes dirigirte al puente de Luis I, obra del ingeniero Theophile Seyring (discípulo de Eiffel), que une las localidades de Oporto y Vila Nova de Gaia y es todo un símbolo de Oporto. Mi recomendación es que nada más cruzar el puente subas al mirador de Serra do Pilar y contemples, desde allí, el impresionante arco de hierro. Seguidamente, baja callejeando hasta los muelles de Gaia, donde se encuentran las bodegas de Oporto y desde donde mejor apreciarás la otra orilla y sus coloridas casas. Finalmente vuelve a cruzar el puente por la parte baja y callejea por Ribeira.
La oferta gastronómica en Oporto es enorme y cuesta decidirse. Estas fueron nuestras opciones que aunque no sean impresionantes si son correctas. Esta se bem, Dourum, o Cafeína.
Otra visita prácticamente obligatoria cuando visitas Oporto, es la Librería Lello e Irmao, la que dicen es la más bonita del mundo y donde la leyenda cuenta que se rodaron algunas escenas de Harry Potter, aunque al parecer es sólo leyenda. Pero si la cola de gente es tan larga que te echa para atrás, muy cerca tienes una preciosa tienda llamada A vida portuguesa. Una tienda vintage con productos genuinos de Portugal.
También desde Aveiro, puedes y debes visitar las playas de la zona. Un inmenso arenal que se extiende a lo largo de toda la costa, desde la Reserva Natural de las dunas de San Jacinto hasta Figueira da Foz.
A San Jacinto, te recomiendo cruzar la ría en ferry con tu bicicleta, visitar las dunas y la playa y terminar con unas sardinas en A Peixeria.
La playa de Barra tiene una parte más urbana y otra más alejada con dunas donde protegerte del viento. Barra además, cuenta con uno de los faros más altos de Europa.
Costa Nova es una visita de obligado cumplimiento, para ver las inconfundibles antiguas casas de pescadores pintadas de llamativos colores y degustar un exquisito arroz de marisco en Peixe na Costa.
Siguiendo la carretera que discurre entre la costa y la Ría de Aveiro, encontrarás un sin fin de entradas hacia las playas. Algunas señalizadas por disponer de servicios, como Praia Areao, otras sin señalizar, como Duna Alta, por lo que no sabrás si llevan a algún sitio.
En Praia da Mira te recomiendo pedirte un delicioso ensopado en Salgaboca.
Un poco más al sur, tienes una preciosa playa llamada Praia da Murtinheira, aunque un poco complicada de encontrar te merecerá la pena. Además de ver las dunas, tienes que acercarte hasta el final y contemplar sus composiciones rocosas.
Finalmente en Figueira da Foz, tras un paseo por el centro histórico con un acentuado carácter modernista disfruta una buena comida en el barrio de los pescadores en Marégrafo.
Se acaba nuestro viaje, pero antes de abandonar tierras portuguesas, hacemos una parada en Coimbra. Dejamos el coche cerca del Parque temático Portugal dos pequeñitos, una buena opción si vas con niños y quieres enseñarles los principales monumentos de Portugal. Tras visitar el Monasterio de Santa Clara a nova, cogemos un minibús descapotable que te lleva hasta la Universidad que además de evitarte la cuesta te permite disfrutar del Jardín Botánico. La visita a la Catedral, a la torre Almedina y un rápido y sencillo almuerzo en Quebra Produçoes, ponen punto final a nuestro paseo por Coimbra y emprendemos el viaje de regreso a España.
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En cuanto a sus canales, estos han hecho que sea conocida como la Venecia portuguesa -aunque creo que es un poco pretencioso- en cualquier caso, sí recomiendo darse un paseo en Moliceiro (10€), que aún no siendo tan romántico como las góndolas venecianas, tiene su encanto y te permite ver rincones de Aveiro desde otra perspectiva. El nombre no es la traducción de góndola, sino que responde al de las antiguas embarcaciones empleadas para retirar las algas de la ría (moliço) que luego utilizaban como fertilizante y forraje. Como curiosidad, fíjate que la mayoría tienen pintado un motivo religioso junto a otro más picante. También te recomiendo callejear por el barrio de los pescadores Beira Mar o por la zona del Ayuntamiento y Catedral contemplando la diversidad de coloridos azulejos que decoran las casas.
Pero no todo va a ser turismo cultural, así que aquí te indico los restaurantes donde degustamos la gastronomía aveirense. Te recuerdo, que en Portugal es habitual que antes de la comida te pongan unos aperitivos (normalmente aceitunas, queso y paté) y que si los pruebas te los cobran, así que si no los quieres pide que te los retiren.
O Telheiro, O Batel, O Moliceiro, Adega Evaristo, Porta 35, Ferro.
Aveiro es también un buen lugar para establecer tu centro de operaciones y desde allí realizar diversas excursiones.
Por 7€ y una hora de viaje, puedes acercarte a Oporto en el cercanías y disfrutar de la ciudad que da salida al Douro. Después de contemplar los azulejos del hall de la estación de Sâo Bento, puedes dirigirte al puente de Luis I, obra del ingeniero Theophile Seyring (discípulo de Eiffel), que une las localidades de Oporto y Vila Nova de Gaia y es todo un símbolo de Oporto. Mi recomendación es que nada más cruzar el puente subas al mirador de Serra do Pilar y contemples, desde allí, el impresionante arco de hierro. Seguidamente, baja callejeando hasta los muelles de Gaia, donde se encuentran las bodegas de Oporto y desde donde mejor apreciarás la otra orilla y sus coloridas casas. Finalmente vuelve a cruzar el puente por la parte baja y callejea por Ribeira.
La oferta gastronómica en Oporto es enorme y cuesta decidirse. Estas fueron nuestras opciones que aunque no sean impresionantes si son correctas. Esta se bem, Dourum, o Cafeína.
Otra visita prácticamente obligatoria cuando visitas Oporto, es la Librería Lello e Irmao, la que dicen es la más bonita del mundo y donde la leyenda cuenta que se rodaron algunas escenas de Harry Potter, aunque al parecer es sólo leyenda. Pero si la cola de gente es tan larga que te echa para atrás, muy cerca tienes una preciosa tienda llamada A vida portuguesa. Una tienda vintage con productos genuinos de Portugal.
También desde Aveiro, puedes y debes visitar las playas de la zona. Un inmenso arenal que se extiende a lo largo de toda la costa, desde la Reserva Natural de las dunas de San Jacinto hasta Figueira da Foz.
A San Jacinto, te recomiendo cruzar la ría en ferry con tu bicicleta, visitar las dunas y la playa y terminar con unas sardinas en A Peixeria.
La playa de Barra tiene una parte más urbana y otra más alejada con dunas donde protegerte del viento. Barra además, cuenta con uno de los faros más altos de Europa.
Costa Nova es una visita de obligado cumplimiento, para ver las inconfundibles antiguas casas de pescadores pintadas de llamativos colores y degustar un exquisito arroz de marisco en Peixe na Costa.
Siguiendo la carretera que discurre entre la costa y la Ría de Aveiro, encontrarás un sin fin de entradas hacia las playas. Algunas señalizadas por disponer de servicios, como Praia Areao, otras sin señalizar, como Duna Alta, por lo que no sabrás si llevan a algún sitio.
En Praia da Mira te recomiendo pedirte un delicioso ensopado en Salgaboca.
Un poco más al sur, tienes una preciosa playa llamada Praia da Murtinheira, aunque un poco complicada de encontrar te merecerá la pena. Además de ver las dunas, tienes que acercarte hasta el final y contemplar sus composiciones rocosas.
Finalmente en Figueira da Foz, tras un paseo por el centro histórico con un acentuado carácter modernista disfruta una buena comida en el barrio de los pescadores en Marégrafo.
Se acaba nuestro viaje, pero antes de abandonar tierras portuguesas, hacemos una parada en Coimbra. Dejamos el coche cerca del Parque temático Portugal dos pequeñitos, una buena opción si vas con niños y quieres enseñarles los principales monumentos de Portugal. Tras visitar el Monasterio de Santa Clara a nova, cogemos un minibús descapotable que te lleva hasta la Universidad que además de evitarte la cuesta te permite disfrutar del Jardín Botánico. La visita a la Catedral, a la torre Almedina y un rápido y sencillo almuerzo en Quebra Produçoes, ponen punto final a nuestro paseo por Coimbra y emprendemos el viaje de regreso a España.
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