Tanger en 24 horas

Evidentemente, 24 horas no son suficientes para conocer una ciudad, y tampoco unas pocas líneas en FB o en este blog para transmitirlo, pero, pese a todo aquí te dejo mi experiencia por si fuera de tu interés.

La llegada al aeropuerto Ibn Battuta, situado a 11 Km. de Tánger, ha sido en hora y el control de pasaportes no tan farragoso como me esperaba. El traslado hasta la ciudad, de ser posible, es mejor que lo pactes con el Hotel. Los precios pueden variar entre 100 o 150 DH.

El Hotel  Dar Yasmine situado en la Medina junto a la Mezquita, ofrece servicio de recogida en el aeropuerto. Hotel limpio, bien situado y acogedor, decorado con sencillez, aunque tendrás que acostumbrarte a las cinco llamadas a la oración.


Para tu primer contacto con la Medina, te recomiendo que aceptes a alguno de los cientos de guías que se te ofrecerán. Evitarás perderte y que te atosiguen en cada esquina.
Si es tu primera vez en Tánger, te sorprenderá ver tanta gente por las calles. Trabajando unos,  charlando en las esquinas o simplemente caminando otros. Disfruta recorriendo sus estrechas callejuelas, aspira sus olores y empápate del colorido. Llegada la hora, detente a degustar los sabores de la cocina tradicional marroquí en Dar Lidam (Harira, Tajine de cordero y pastilla).

Tras la comida, sigue descubriendo nuevos rincones y no dejes de hacer un alto en el camino en el Café Babá donde además de un té y un parchís (pachisi), también puedes fumar kief e incluso tabaco. Este viejo café abierto en 1941, pasó de ser una taberna para marineros a convertirse en un lugar de encuentro frecuentado por personajes como Bárbara Hutton, los Rolling Stones, Kofi Annan o los Reyes de España.


Si tu guía es hábil, te llevará a las pequeñas tiendas de sus amigos, donde tendrás que estar despierto para regatear con los precios y tener claro si quieres o no lo que te ofrecen. En cualquier caso, te recomiendo que entres en alguna tienda de especies y de telas. No te pierdas los puestos del mercado.




Un descanso no está mal para recobrar fuerzas y prepararte para una deliciosa cena en  Le saveur du poisson donde disfrutaras de un ambiente casero y familiar con cocina tradicional de primera calidad.
No te sorprendas, ya que el menú y el precio son fijos.

El día amanece más apetecible que el anterior y con ganas, visitamos el Hotel Continental, vestigio del apogeo del colonialismo de principios del siglo XX y perfecto entorno para las tramas de espionaje de la II Guerra Mundial. Seguimos por la Legación Americana, representación diplomática desde 1821 y hasta su traslado a Rabat. Tras su abandono, el edificio fue rehabilitado y convertido en el actual museo Talim, que alberga una importante colección de grabados procedentes de toda Europa y cuadros de artistas como  James McBey, Yves Brayer o Jonh Singer Sargeant. Acabada la visita y estando cerca la hora de calmar nuestros estómagos, damos un paseo por la zona más moderna de Tánger para terminar frente a España, en otro emblemático café, en el Café Hafa.





La tarde termina con una visita al Museo de la Kasbah, imprescindible para conocer un poco más las costumbres marroquíes. El palacio, conocido como la Casa del Gobernador o Dar-el-Makhzen, fue construida entre 1691 y 1740 bajo el reinado de Mulay Ismael y alberga una importante colección de artesanía, armas y joyas.



Justo frente al museo, aún disponemos de tiempo para disfrutar de un último té en el Salón Bleu antes de emprender nuestro viaje a Ceuta.







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